Muchos no lo sabéis, pero soy un fanático de las Apple Store. De hecho, me gustan tanto, que cuando voy a una ciudad o país diferente al mío y sé que hay una Apple Store icónica, trato de hacer todo lo posible para poder ir.
¿Pero eso porque es así?
Bien… lo primero porque en mi ciudad, Tarragona, no hay Apple Store. Tenemos tiendas donde venden productos Apple de manera oficial, también tenemos taller Premium Reseller, pero la experiencia no es la misma, ni de lejos. Y cuidado, no es un problema de profesionalidad, ni mucho menos, simplemente es que no es lo mismo ir a una tienda emblemática como lo es la tienda de Passeig de Gracia en Barcelona o la de Plaza del Sol en Madrid, que una tienda que imita el espíritu de Apple pero no tiene el control de Apple.
#elprimerodelacola
Mi primer contacto estrecho con una tienda oficial de Apple fue el 24 de Marzo del 2011, hace más de 11 años ya.
Decidí que el día del lanzamiento del iPad 2 quería ser el primero en tenerlo. Lo había visto muchas veces en la televisión y en internet. Muchos jóvenes fanáticos de Apple se agolpaban el día, o días antes, de salir un producto nuevo a la venta en las Apple Store de todos los países, y yo quería ser el protagonista esta vez.
Ni corto ni perezoso, después de un día de jornada muy largo en la tienda de electrodomésticos que trabajaba, le “robé” el coche a mis padre y puse rumbo a la ciudad condal para dicho propósito. Al llegar al centro comercial de La Maquinista, alrededor de las 22:15 horas, me encuentro una Apple Store cerrada al público, con un guardia de seguridad en la puerta y una trastienda en plena ebullición de gente trabajando. ¡Wow! pensé, soy el primero. La cara del guardia de seguridad fue de estupor al ver que había llegado un friki el día antes del lanzamiento dispuesto a hacer cola.
A los pocos minutos, salió de la tienda una persona del gabinete de relaciones públicas de Apple con un café con leche caliente y un trozo de pastel de chocolate. Me pregunto si quería hacer una entrevista de carácter interno, y que le hacía mucha ilusión que fuera el primero de la cola.
Atención al detalle
La escala en la que se mide la atención al detalle es milimétrica. Y no es un decir, lo he vivido en mis propias carnes mientras veía como preparaban la tienda de La Maquinista y el iPad 2. Ese recuerdo lo tengo grabado a fuego e intento trasladarlo en mi trabajo diario. Os pongo en situación:
Para poder montar las unidades de exposición en la mesa, debían desmontar los gadgets viejos y así hacer sitio a los nuevos. El caso es que después de horas de trabajo en esas mesas, con un planograma y unas reglas para medir la colocación exacta del dispositivo en relación a otros dispositivos y a la mesa como lienzo donde colocarlos, vino el encargado a mirar si estaba todo en su sitio… y no lo estaba y tuvieron que repetir de nuevo hasta en dos ocasiones más para que diera el visto bueno y se pasara a la siguiente mesa.
Y eso es lo que vi.. no quiero saber lo que no vi. Como se debe organizar el almacén, como debe ser la entrada de productos al local y el control que deben ejercer los empleados para ello.
Desde luego hay muchas más preguntas que respuestas, pero la confidencialidad de estas empresas llega muy lejos en ocasiones.
Genius Bar
Y ahora llega el verdadero motivo por el que estoy escribiendo este artículo, la Genius Bar.
Esta semana se ha cumplido el 21 aniversario desde que Steve Jobs la ideara. El que fue CEO de la Manzana Mordida tuvo claro que las tiendas debían tener unos expertos para resolver dudas a sus clientes. Los productos de Apple podríamos calificarlos de Premium , al menos eso dice su precio, y los clientes debían tener a alguien para poder preguntar cualquier tipo de dudas.
En palabras del propio Steve Jobs:
¿No sería genial que cuando fueras a comprar un ordenador, en realidad, después de que hubieras comprado un ordenador, si tuvieras cualquier pregunta pudieras preguntarle a un genio? Pues eso es lo que tenemos. Esto se llama el Genius Bar. […] Aquí habrá alguien que podrá reparar productos y responder a cualquier pregunta que tengas. […] Y si esa persona no conoce la respuesta, tienen línea directa para llamarnos a Cupertino, California, donde tenemos a alguien que sí la conoce.
Steve Jobs.
Conclusión
Estoy seguro que a Apple los números con las Apple Store les funcionan y les dan una gran aportación económica. Cada vez hay más de ellas y son más y más grandes y bonitas. Desde arboles naturales en su interior, a escaleras de cristal y horarios de 24h. en algunos casos, Apple consigue que su casa este disponible y que sea un lugar distinguido en las ciudades más importantes del mundo.
Sin duda alguna, os animo a que visitéis alguna de nuestro país como puede ser la de Sol o la de Passeig de Gracia. Pero si por un momento podéis ir a NYC, Londres o París, no dejéis pasar la oportunidad de ver dichas tiendas, es todo puro placer “manzanil” el que encontraréis.