Todo principio tiene un final: el del iPod ha llegado.
Cupertino nos anuncia que toda la gama de iPod quedan descontinuados…
Ahora nos toca rememorar la historia del producto que salvó a Apple de la bancarrota y puso a su CEO, Steve Jobs, en el pedestal más alto de la industria.
Sus inicios
En octubre de 2001, Steve Jobs se sube al escenario de la keynote para anunciar un dispositivo de música portátil que revolucionaría la industria de la música. No era la primera vez que esto ocurría: el Walkman de Sony fue un ejemplo de esa revolución, pero, por primera vez, se podría llevar 1.000 canciones en un gadget portátil con batería y que cupiera en el bolsillo.
Como era costumbre, el CEO de la manzana mordida tenía todo calculado al milímetro y, en el caso de no ser así, lo parecía a los que no pertenecían a la compañía.
Tanto es así que para la puesta en escena del iPod, Steve compró 20 CDs escogidos por él mismo y regalo un iPod a cada uno de los 250 asistentes. El motivo de este movimiento fue que nadie pudiera denunciar a Apple por motivos de piratería, según relata el periodista japonés Nobuyuki Hayashi. Cada asistente, tenía su CD original y su correspondiente copia digital en el iPod.
Como muchos productos de Apple, el diseñador jefe Jonathan Ive se inspiró en el trabajo de Dieter Rams, quien trabajó durante muchos años en Braun. Su trabajo influenció a muchas empresas, una de ellas fue Apple.
Este reproductor de MP3 fue revolucionario en muchos aspectos: el diseño maravilló a una mundo que solo tenía en el mercado un stick alargado con capucha tapando el conector USB A y con capacidad de 8MB hasta 16MB.
Además, utilizaba baterías inferiores a las 5h de reproducción. Fueron, entre otros, Steve Jobs, Jonathan Ive y Tony Faden quien consiguieron crear un reproductor de música con capacidad de hasta 10GB; conexión FireWire; y la duración de su batería doblaba la de sus competidores.
Fue tal el revuelo el de este gadget, que la gran mayoría de compradores del dispositivo no sabía que era de la compañía Apple, pero quería esa locura que Cupertino les ofrecía.
Su curioso tiempo de fabricación
A pesar de todo, Apple no las tenía todas consigo. El iPod les salvó, aunque les podía haber salido mal la jugada. De hecho, el iPod se diseñó, fabricó y envió el mismo año, 2001.
De ningún modo, fue un proceso normal, ya que paso de una idea a un producto final en menos de 12 meses. Así lo relata el periodista Patrick Collison en un tweet que respondió el mismo Tony Fadell.
Versiones
Como ya hemos comentado, el primer iPod solo era de 5 Gb a 10 Gb de capacidad, pero con el tiempo se produjeron muchísimas versiones del mismo, añadiendo nuevas funcionalidades y tamaños de pantalla que se adaptaban a la creciente necesidad que Apple hizo crecer en sus usuarios.
El iPod ya no servía sólo para escuchar música, también se podía escuchar Podcasts, ver películas o nuestras series favoritas.
A la creciente necesidad de nuevas funciones, se unió una ruedecita mágica en el centro del dispositivo, llamada Click-Wheel. Ahora ya no se tenía que pulsar los botones para moverse por el menú interno, simplemente, deslizábamos el dedo sobre una superficie táctil. Todo era diferente y a la vez tan igual para nuestro cerebro que caló rapidísimamente en los usuarios.
El Click-Wheel fue desarrollado por Tony Fadell, creador de la empresa Nest Labs. Dicha empresa es famosa por sus termostatos inteligentes, y que fueron adquiridos más adelante por Alphabet. Estos termostatos son redondos en como la rueda de controles que diseñó su creador en Apple y el iPod.
Tras el arrebatador éxito del iPod Classic, Apple lanzó al mercado el iPod Mini en Enero de 2004, un modelo mucho más pequeño que el original, disponible en 5 colores que introdujo el famoso Click-Whell. Su capacidad era de 6 GB, aunque más adelante lo lanzarían también en 6 GB.
La rueda de hacer dinero que era el iPod ya no se podía parar. La mejor prueba de ello es que desde el 2001 hasta el 2022, año de su «muerte», Apple a vendido más de 400 millones de unidades.
Claro que el mundo no se podía conformar con sólo 2 modelos del reproductor de Cupertino, y en septiembre de 2005 Apple anunciaba el iPod Nano. Su gran baza fue su reducido tamaño y peso y una batería que aguantaba muy bien todo el día. De este mismo modelo se comercializaron 7 versiones diferentes, y cada vez se volvía más pequeño y portátil.
La versión que le guardo más cariño, por encima incluso de su versión inicial, fue la sexta. Para mi fue el vivo ejemplo de que Apple en el 2010 ya tenía en la cabeza sacar un reloj inteligente, ya que se podía usar con la correa adecuada como reloj de pulsera.
Quizá el reproductor más disruptivo de todos fue el iPod Suffle. No seguía para nada la norma que Apple estaba utilizando en sus otros dispositivos, y en 2005, junto con el iPod Nano se presenta un MP3 sin pantalla, muy pequeño y un peso mínimo, pensado para hacer deporte o para personas que sólo buscaran escuchar música. Tal fue el éxito del Suffle, que tuvo 4 generaciones, la última en 2015 y la inspiración de las demás marcas del mercado en este reproductor es máxima. A día de hoy se pueden encontrar reproductores en las tiendas que se asemejan mucho a nuestro querido Shuffle.
Por último y no menos importante, tenemos que conocer al que ha tenido el honor de ser el último de los iPod que Apple comercializará. Este no ers otro que el iPod Touch.
El Touch ha tenido 7 generaciones, desde 2007 hasta nuestros días.
Su final
Lo podríamos describir como un iPhone que no podía llamar. Y es ahí donde la muerte del iPod coge sentido, ya que su apariencia era muy parecida al smartphone de Apple, con pantalla multitáctil, navegador de internet y acceso a iTunes Store y Youtube desde sus inicios.
El sistema operativo que tenía en sus entrañas era iOS, y con cada nueva iteración, el sistema crecía con él, hasta el punto que cada vez tenía menos sentido utilizarlo y venderlo, los usuarios preferiamos el iPhone, que además nos aportaba mayores ventajas.
Gracias Apple, adiós iPod.